¿Has recibido llamadas sospechosas o mensajes de texto que no esperabas? ¿Te han pedido datos bancarios en llamada extraña? La proliferación del uso de internet viene de la mano del incremento de las estafas que se cometen en el entorno informático. Los responsables son, en diversas ocasiones, delincuentes que actúan desde el extranjero e intentan acceder a las víctimas a través del envío masivo de correos electrónicos, mensajes de texto o incluso llamadas telefónicas.
Según el Balance de Criminalidad publicado por el Ministerio del Interior, la ciberestafa es el segundo delito que más se ha cometido en Málaga en el primer semestre de 2024, con un total de 9.409 casos. Del total, 8.271 responden a las estafas informáticas y los 1.138 restantes a otros ciberdelitos.
Pero no existe un único tipo de estafa en línea, sino varios. El phising, por ejemplo, es un tipo de ataque cibernético en el que el ciberdelicuente envía un mensaje no solicitado con la intención de robar su información personal tales como credenciales de inicio de sesión o números de tarjetas de crédito. Estos mensajes contienen archivos adjuntos o enlaces maliciosos que descarga un malware- software malicioso – en los dispositivos y los dirige a un sitio web falsificado.
El catfishing, por su parte, es un tipo de ataque en el que un delincuente crea una identidad en línea falsa para engañar y explotar a otra persona. En estos casos, los estafadores intentan iniciar una relación romántica con una víctima que consideran emocionalmente vulnerable a través de redes sociales o aplicaciones de citas. Una vez se gana la confianza de la otra persona, se procede con el robo.
El entorno de las ciberestafas es tan amplio que estas pueden darse en las redes sociales, a través de promociones falsas o enlaces maliciosos, hasta en portales de empleo en los que el estafador consigue los datos personal del solicitante sólo con pedirla.
Es por ello que hay que dotar a los dispositivos y cuentas de una seguridad decente. Cambiar contraseñas vulnerables, escanear en dispositivos en busca de algún malware o activar la autenticación multifactor son posibles soluciones para evitar “caer en la trampa” de los ciberestafadores.