En la tarde de este jueves, cuando el sol todavía no había caído sobre las jacarandas de la calle Porvera, el bullicio y la emoción inundaron las calles del centro de Jerez de la Frontera en el regreso de la Hermandad del Rocío. Después de varios días de peregrinación, los romeros fueron recibidos por un Jerez que se volcó con el Simpecado de la Hermandad del Cordón Morado, por la devoción de los familiares que no realizaron el camino, amigos y quienes aguardaban ansiosos su llegada como tradición.
La comitiva, encabezada por la caballería típica de la Hermandad de Jerez y el Simpecado de la hermandad, recorrió las principales calles del centro del municipio gaditano en un ambiente festivo, lleno de cantes, palmas y vivas a la Virgen del Rocío. Los romeros de la hermandad, con sus trajes de cortos y trajes de flamencas, no ocultaron la emoción al reencontrarse con la Iglesia Conventual de Santo Domingo.
El Hermano Mayor, Joaquín Vallejo, destaca que, este año, la peregrinación se llevó a cabo sin incidentes graves y que, como siempre, la devoción a la Virgen del Rocío fue la guía y el aliento de todos los romeros.
El regreso de la Hermandad del Rocío marca uno de los momentos más esperados y emotivos del año para nuestro pueblo, reforzando los lazos comunitarios y manteniendo viva una tradición que se transmite de generación en generación. Con este emotivo retorno, se cierra un ciclo más de devoción y esperanza, y comienza la cuenta atrás para la próxima peregrinación.