La delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro, ha pedido a la ciudadanía malagueña que informe de las personas desplazadas desde Ucrania, debido a la invasión rusa en su país, hasta Málaga y que están siendo acogidas por particulares, sean familiares, amigos o conocidos, para poder proporcionar coberturas a estas personas, especialmente sanidad y educación.
Tras una nueva reunión celebrada este martes con representantes de la Junta de Andalucía, la Diputación de Málaga, el Ayuntamiento de Málaga, el Gobierno y de las entidades y organizaciones no gubernamentales, Navarro ha explicado todo lo que se ha hecho hasta el momento de manera coordinada para proporcionar ayuda a los refugiados.
Desde el mismo 24 de febrero, cuando tuvo lugar la invasión rusa de Ucrania, Málaga está recibiendo a ucranianos y, desde entonces, «nos hemos puesto todos manos a la obra, muchas veces sin instrucciones por parte de los principales competentes que es el Gobierno pero siempre con actitud de mano tendida y coordinados entre nosotros y con las ONG que atienden a estas personas», a quienes ha agradecido su labor ahora y en toda su trayectoria en la provincia.
La situación en Ucrania ha provocado que la realidad «supere cualquier intento de contención de la ciudadanía» ante lo que ocurre en el país ucraniano, ha admitido Navarro.
«Evidentemente si en Málaga de por sí son por naturaleza personas solidarias y generosas con cualquier causa en este caso lo están demostrando de manera exponencial», ha sostenido, añadiendo que esa ayuda, esa «avalancha de solidaridad», que se presta y se da hay que organizarla y ponerle orden.
Según Acnur, mas de 2,8 millones de personas han huido de Ucrania desde el 24 de febrero. En Málaga no se conoce el número de ucranianos que han llegado pero en la primera acogida que proporciona la ONG CEAR hay ya más de 250 refugiados registrados.
Estos, ha dicho, son los que se podría decir que están dentro del sistema porque han entrado con el conocimiento de las administraciones y/o entidades pero, ha advertido Navarro, «hay muchos otros que van a casa de particulares, amigos, familiares, conocidos y no tenemos el censo real y completo del total de ucranianos».
La delegada de la Junta en Málaga ha incidido en que a estas personas se les ofrece alojamiento y una serie de coberturas que necesitan también los que no están dentro del sistema y están con familias y amigos.
De cada dos que han llegado a Málaga, uno es menor, por lo que hay que proporcionarles una cobertura mayor: «A estas personas como a cualquier otra que llega a nuestras costas o desplazadas lo mínimo, lo básico que necesitan es asistencia sanitaria que en estos casos está más que garantizada y hay que organizarla», advirtiendo que más aún en un contexto de pandemia de COVID-19.
«Es fundamental que no fallemos en esa atención sanitaria pero les decía que de cada dos que llegan, una es menor. Estos tienen como derecho fundamental la escolarización casi de forma inmediata. Ya hay 59 menores ucranianos escolarizados en la provincia y tenemos que seguir», ha explicado a los periodistas en rueda de prensa.
«La llegada tenemos que intentar que sea lo más ordenada posible.
Si cualquier administración en circunstancias normales tiene las dificultades lógicas de una tramitación administrativa, en este caso en el que se va incrementando la llegada de un día respecto al anterior las dificultades aumentan. Por tanto, hago un llamamiento a la prudencia, a la paciencia», ha trasladado Patricia Navarro.
En este punto, ha reiterado que las administraciones tienen que garantizar «que los ucranianos que lleguen tengan las mejores condiciones de vida el tiempo que estén aquí y para eso hay que hacer las cosas de forma ordenada».
Por todo ello, ha pedido a entidades, privados, particulares que estén en iniciativas para traer autobuses con refugiados de Ucrania que contacten con las administraciones y «que se integren dentro del sistema de asistencia organizado con las ONG para poder hacer esta llegada lo más ordenada posible».
«No podemos permitirnos el lujo de que en una ciudad como Málaga vengan ucranianos a malvivir, tenemos que garantizar unas condiciones de vida dignas y necesitamos que esta llegada sea de lo más ordenada», ha insistido la dirigente de la Junta en Málaga.
PLAZAS PREPARADAS
La delegada ha explicado que se cuenta ya con una bolsa importante de plazas, tanto públicas como privadas, que se pueden poner a disposición del Gobierno de España para la segunda fase de acogida, que es temporal, «pero necesitamos que nos autoricen para ponerlas en uso».
En cuanto al centro de recepción de refugiados que podría albergar Málaga, ha sostenido que están a la espera. De hecho, el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, ha informado este martes de que Andalucía tendrá en Málaga un centro de refugiados ucranianos, activando un plan propio y amplía a 2.100 su oferta de plazas.
La delegada del Gobierno andaluz ha subrayado que es importante tener autorizadas las plazas de alojamiento temporal y avanzar en el centro de recepción, ya que además de los refugiados que ya van llegando a la provincia, «tenemos que anticiparnos a situaciones futuras, se esperan muchos más, y necesitamos unas directrices desde el Gobierno de España».
Mientras tanto, desde la Delegación del Gobierno andaluz se ha alcanzado un acuerdo con el Consulado de Ucrania para habilitar un espacio en la sede de la Junta en Málaga, donde voluntarios ucranianos que colaboran con el Consulado atienden las llamadas de los desplazados por la guerra.
Para ello se ha puesto a disposición únicamente de los refugiados que lo necesiten el número 690156430 y un total de cinco voluntarias, de momento, se turnan mañana y tarde de lunes a viernes para atender en su lengua las llamadas de sus compatriotas y orientar a estas personas que han llegado a la provincial de Málaga huyendo de la invasión rusa.