El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, ha informado este sábado de que la Junta de Andalucía prevé elaborar en colaboración con el resto de poderes «un plan andaluz de reducción de ahogamientos», así como una nueva normativa de seguridad y salvamento en las playas que releve a la actual, para conseguir un resultado de «cero» muertes por ahogamiento en la región.
Sanz ha visitado este sábado la localidad malagueña de Fuengirola, que ha implantado un servicio de vigilancia aérea con drones para gestionar la seguridad en las playas del municipio, pionero en el litoral de la comunidad autónoma andaluza. Todo un «referente», según ha dicho, del «modelo de turismo seguro».
En ese marco, el consejero Antonio Sanz ha defendido las medidas desplegadas en los últimos años por el Gobierno andaluz para mejorar la seguridad en las playas de la región, destacado que este es «el primer año» en el que todas ellas, 503 en 63 municipios, cuentan con su propio plan de seguridad y salvamento, fruto de una normativa promovida por la Administración andaluza durante la etapa de las restricciones por la pandemia de Covid-19.
Sanz ha destacado que gracias a medidas como esta y otras tantas impulsadas por la Junta, de la mano de los ayuntamientos, así como la «concienciación» ciudadana mediante campañas como la actual con el lema ‘Cero Ahogados’; Andalucía contabiliza en estos momentos «casi un diez por ciento menos» de muertes por ahogamiento con relación al año pasado.
En concreto, según ha precisado, hasta el momento, Andalucía contabiliza este año 39 muertes por ahogamiento, frente a las 56 registradas todo el año pasado. Estas 39 muertes corresponden a 35 hombres y cuatro mujeres; con 21 casos en playas, nueve en piscinas, dos en ríos y siete en otros medios acuáticos.
Gran parte de los ahogados, según ha precisado, son personas mayores de 55 años y «especialmente» mayores de 65; así como niños de cero a tres años, «normalmente en piscinas» en este último cupo.
Dado el caso, el consejero ha indicado que aunque las estadísticas arrojen una reducción del número de muertes por ahogamiento con relación a 2022, «los datos siguen siendo importantes y queda mucho por hacer», en pro de un resultado de «cero ahogados».
Precisamente por eso, ha anunciado que junto con los ayuntamientos y diputaciones, la Junta va a emprender «un plan andaluz de reducción de ahogamientos», para mejorar las medidas preventivas junto al resto de administraciones porque pese a los avances en la materia, aún «hay partes del litoral que no tiene cubiertos los servicios de salvamento o que no cumple con toda la protección exigida».
Del mismo modo, ha manifestado el propósito de elaborar una nueva normativa de seguridad y salvamento en las playas, que reforme a la anterior dado que la misma estaba «vinculada» a condiciones derivadas de la pandemia a cuenta del momento de su redacción.
