La pasarela, que fue clausurada hace tres año por el ayuntamiento de Málaga a causa de la aparición de unas griestas, fue demolido como solución ‘salomónica’ ante la imposibilidad de una restauración segura.
Ahora, con los materiales disponibles, podrá comenzar el ensamblaje de los estribos a ambos lados del puente. El retraso, según las fechas estimadas por el ayuntamiento de Málaga, será de un año. No obstante, y si no se produce ningún contratiempo, la nueva plataforma que restituya a la anterior, podría estar antes de que finalice el verano.
La adjudicación de las obras ha recaído en la UTE Garrucho y Transversal con un coste final de 404.991,26 euros más IVA.