La Comisión Provincial de Patrimonio de Almería ha resuelto desfavorablemente acceder a la modificación de volúmenes y alineación de la parcela en la que se asentaba en antiguo edificio de Correos, frente a la Plaza Juan Cassinello de la capital, para encajar la sede del nuevo Smart Green Cube (Agridomo) al entender que las mismas tienen un carácter «histórico» por su pertenencia al casco antiguo, declarado BIC, de modo que su alteración «no está prevista» en el actual PGOU, que data de 1998.
En su resolución, consultada por Europa Press, el órgano se opone a la petición efectuada para modificar los márgenes del suelo y el volumen del inmueble a fin de ajustar la solución arquitectónica, que incluye la incorporación de laboratorios de investigación y un invernadero en la parte alta del mismo, al emplazamiento que dio el Ayuntamiento de Almería a la Junta de Andalucía para este equipamiento.
La actuación se encuentra condicionada por su inclusión en el Conjunto Histórico de Almería, protegido ante su declaración como bien de interés cultural, sentido en el que la propia legislación vigente en materia de patrimonio considera «excepcionales» las alteraciones de las alineaciones para este tipo de conjuntos que se puedan hacer en los cascos históricos de las ciudades.
En esta línea, la propia comisión argumenta que la modificación de las alineaciones solo es posible cuando están supeditadas «a una mejora de sus relaciones con el entorno territorial y urbano o eviten los usos degradantes del bien protegido», lo que en este caso «no estaría justificado».
Así, alude a que en el ámbito de actuación y su entorno «no existen áreas degradadas que requieran una remodelación para su mejora urbana o de relación territorial» toda vez que el planeamiento tampoco aborda dichas excepcionalidades, lo que choca con las tres modificaciones de alineación interesadas por los promotores de la actuación.
El equipo redactor del proyecto aseguraba que las características necesarias para el inmueble hacen «improcedente» la edificación del mismo siguiendo las condiciones que impone el plan general, para lo que solicitaban modificar la alineación en planta baja en la Plaza Juan Cassinello, «alineándola con la calle Doctor Gómez Ulla», manteniendo la alineación existente en pisos superiores «para no perder edificabilidad».
Además de este cambio en la parte frontal del edificio, también se solicitaba modificar la alineación en planta baja en la calle Padre Luque –en el lateral derecho del inmueble–, con un «retranqueo de un metro» para ganar anchura de vial y «mejorar el acceso de vehículos» a la planta sótano del edificio «manteniendo la alineación existente en pisos superiores para no perder edificabilidad».
La tercera modificación planteada afectaría a la modificación de la envolvente volumétrica máxima que daría a la calle Padre Luque con el fin de dar a la planta segunda «una doble altura retranqueada tres metros de fachada –como una planta ático–, a fin de albergar el uso previsto de invernadero».
En este sentido, solicitaban también incluir como un saliente de 1,2 metros en plantas superiores en calle Doctor Gómez Ulla y Plaza Juan Cassinello debido a la «doble piel de fachada».
La Comisión Provincial de Patrimonio asevera que tampoco se contempla en el planeamiento vigente para el conjunto histórico la recuperación en las plantas superiores voladas sobre la planta baja la modificación de las alineaciones, con la inclusión de los elementos salientes señalados.
«Su ejecución supondría una alteración de las características generales del ambiente donde se ubica, dado que los parámetros tipológicos y formales de las nuevas edificaciones deben estar regulados en respeto y en coherencia con los preexistentes», han advertido.
MÁS DE DIEZ MILLONES DE INVERSIÓN PÚBLICA
El Ayuntamiento de Almería inició en septiembre del pasado año la demolición de la antigua sede de Correos a través de un contrato con mercantil ‘Ribera Navarra SL’ por 623.634 euros, a fin de despejar el terreno tras haber adquirido el inmueble por un importe de 1.187.771 euros.
El objetivo es edificar en este espacio el Smart Green Cube, incluido en el Polo de Innovación Agroalimentaria que promueve la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, que incluyó en los presupuestos de este año seis millones para una actuación valorada en 8.250.000 euros.
El proyecto, que inicialmente se preveía listo para su licitación en el primer trimestre de 2023, quedó a cargo de la empresa BCDB Arquitectura, que debía abordar un edificio para acoger soluciones tecnológicas innovadoras para la agricultura intensiva y la agroindustria en sus últimos estadios de desarrollo, previos a su salida comercial, entre otras funciones.
Entre las características de este nuevo inmueble, deberá contar con un espacio «integrado para exposición de los rasgos de la agricultura intensiva» así como de «las soluciones innovadoras ya implantadas, a escala reducida y mediante nuevas tecnologías» como realidad aumentada o virtual.
La premisa es que el edificio pueda acoger «hasta un máximo de 50 visitantes simultáneamente, divididos en varios grupos». Este espacio contará además con un ámbito complementario específico donde, con equipos apropiados, familiaricen a los visitantes con las materias expuestas.
Igualmente, se prevé que el inmueble cuente con sistemas invernaderos para «los principales cultivos que en cada momento se dieran», que en una primera etapa serían «tomate, pimiento, calabacín, pepino», así como sistemas tecnológicos orientados al cultivo que conlleven la optimización de recursos.
Se primará un «elevado nivel de sostenibilidad y eficacia energética» que incluya instalaciones para el «autoconsumo» energético que alimenten a una quincena de espacios para el desarrollo de las últimas etapas de productos y sistemas innovadores.
De la misma manera, el Smart Green Cube pretende contar con una sala habilitada para laboratorios de pruebas en el ámbito específico de ‘vertical farming’, instalaciones específicas de clima, manejo de agua para riego, manejo de fertilizantes, voz y datos, iluminación, seguridad y domótica; instalaciones de producción de energía; servicios generales para los usuarios con zona de degustación gastronómica incluida, un pequeño espacio para administración/dirección y un punto de información.
UN «MARKETING INNOVADOR»
Desde la Junta se observa la posibilidad de que el Smart Green Cube sirva de «catapulta» para lanzar acciones de «marketing innovador» que «beneficien al sector y que se conforme como un centro de procesamiento de datos que ayuden a las empresas a tomar decisiones de producción».
El inmueble, concebido desde el principio como un polo de innovación en agroindustria, se ha planificado como una nueva infraestructura científico tecnológica puesta a disposición de las empresas y organismos de investigación, para el impulso de la agroindustria en sus diferentes facetas, tales como estrategia del dato, sistemas disruptivos o marketing.
Asimismo, el edificio que se desarrolle bajo la premisa de «aprovechar una edificabilidad máxima de hasta 4.000 metros cuadrados/techo», deberá ser también «banco de pruebas reales y como un entorno de experimentación donde los usuarios y los productores puedan co-crear innovaciones, desarrollándose y probando prototipos, y puedan recibir también ayuda para su toma de decisiones en materia de tecnologías e innovación».
Complementariamente, según apunta el programa funcional, se espera que el edificio «sirva de proyección hacia los ciudadanos, los jóvenes y los visitantes, de los aspectos innovadores más sobresalientes de la agricultura intensiva que se practica en Andalucía y en el entorno», por lo que tendrá que tener una vertiente de «demostración».
