La Universidad Pablo de Olavide (UPO) ha puesto en marcha el III Plan Estratégico para la Igualdad de Género 2022-2026 con el objetivo de eliminar las brechas de género en el ámbito universitario. Según ha explicado el rector de la UPO, Francisco Oliva, se trata de «un proyecto ambicioso pero realista y alcanzable que, además, ha sido realizado desde un enfoque de trabajo participativo de toda la comunidad universitaria y está consensuado con todos los sectores. Es un paso más hacia la consolidación de las políticas de igualdad de género en la universidad».
Según se desprende del III Plan Estratégico para la Igualdad de Género, solo un 23% de mujeres son responsables del casi centenar de grupos de investigación con los que cuenta la Universidad, mientras que únicamente el 22% de las cátedras son ocupadas por ellas, cuando representan el 44,35% del total del profesorado. Por otro lado, el informe confirma la persistencia de «estereotipos» de género que «afectan a la configuración del estudiantado de los grados», principalmente en los STEM (carreras de ciencias y tecnológicas), donde la presencia de las mujeres sigue siendo baja si se compara con lo que ocurre en los estudios de Ciencias Sociales.
«La gravedad de este hecho no puede, en ningún caso, minusvalorarse, ya que la sociedad de la revolución 4.0 tiene que construirse entre mujeres y hombres de forma equilibrada y conjunta. De lo contrario, la desigualdad de género no hará sino incrementarse en el futuro inmediato», ha subrayado Francisco Oliva. «Este plan muestra el conjunto de objetivos, acciones y actuaciones concretas con las que queremos seguir luchando con el objetivo de alcanzar la igualdad real y efectiva en el seno de toda nuestra comunidad», ha señalado el rector, al tiempo que ha reclamado en una nota de prensa remitida por la UPO este miércoles «el apoyo, la implicación y la colaboración de todos para hacer realidad un sueño tan necesario como anhelado: convertir a la UPO en un campus que alcance cuanto antes la igualdad real entre mujeres y hombres».
Por su parte, la delegada del rector para la Igualdad de Género, Mónica Domínguez, ha destacado el hecho de que se haya creado una comisión negociadora para la elaboración del plan, en el que también ha participado una comisión experta y la Oficina para la Igualdad. «La implicación de todos los sectores de la Universidad, es decir, estudiantes, profesorado y PAS, ha sido clave. Y así se ha señalado en los distintos ejes, que se concretan en objetivos específicos y acciones a desarrollar con una determinada calendarización y los organismos responsables». En este sentido, ha remarcado que «este plan pretende establecer un modelo donde los centros, unidades y resto de estructuras universitarias desarrollen su propio programa de trabajo para con la igualdad de género», destacando, además, «la implicación de todos los vicerrectorados en la incorporación activa y efectiva de medidas que favorezcan la igualdad en la Universidad Pablo de Olavide».
El documento cuenta con seis ejes estratégicos con los que se corresponden 46 medidas que se desarrollarán en un horizonte temporal de cuatro años, hasta 2026. El eje de gobernanza y gestión universitaria integra la perspectiva de género en la gestión universitaria; la comunicación igualitaria pretende «visibilizar y considerar» a las mujeres y permite visualizar las diversidades; el eje sobre formación y sensibilización «tiende puentes» entre aprendizaje y compromiso social; el de docencia, investigación y transferencia apuesta por la revisión y adecuación de contenidos y metodologías docentes y por impulsar la investigación y transferencia del conocimiento desde una óptica igualitaria; la conciliación corresponsable y el bienestar social implican una transformación continua de la cultura institucional en favor de los cuidados; y, finalmente, el eje estratégico por una universidad libre de violencias trabajará el fortalecimiento de los procedimientos y recursos internos en este ámbito.
Asimismo, para la medición del grado de cumplimiento de las acciones y objetivos, se ha establecido unos indicadores específicos de ejecución (57), resultado (42) e impacto (45), que se incorporan por primera vez al plan, además de una evaluación intermedia y otra final. Entre las medidas que pondrá en marcha el III Plan Estratégico para la Igualdad de Género de la UPO se encuentran la garantía de la desagregación por sexo/género de los datos y estadísticas, la elaboración anual del presupuesto con enfoque de género, un registro salarial para detectar la brecha de género, informes de impacto de los anteproyectos de normas y reglamentos, asegurar una comunicación escrita y visual no sexista, la promoción de asignaturas relativas a desigualdades por razón de género, la revisión de las guías docentes, la garantía de la incorporación de la perspectiva de género como criterio para la evaluación de los proyectos de innovación docente, la inclusión en el Plan Propio de Investigación de medidas de acción positiva para favorecer la igualdad de oportunidades y la elaboración de una guía de conciliación.
Hasta noviembre de 2022, el III Plan Estratégico para la Igualdad de Género de la UPO ha pasado por cuatro fases durante su proceso de elaboración. Así, en julio de 2021, la comisión encargada de su elaboración inició los trabajos del análisis de situación que incluía un informe de seguimiento del II Plan de Igualdad que había concluido. Posteriormente, se inició el proceso participativo en el que se trabajó con cuestionarios, reuniones y grupos de discusión, para pasar a la fase de diseño y elaboración de los ejes estratégicos y las acciones concretas; así como de los indicadores, temporalización y asignación de órganos responsables. De esta forma, se inició la fase de negociación y aprobación que concluyó con la puesta en marcha del III Plan de Igualdad a finales de 2022.