La Universidad de Sevilla (US) prevé inversiones en 2023 con fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en instalaciones de climatización e iluminación e infraestructuras de generación de energía solar con el objetivo de reducir el consumo energético en un 5% durante el primer año desde su puesta en uso, así como reducirá las horas de consumo en las instalaciones de iluminación y «ajustará» las horas y el calendario de utilización de la calefacción y climatización «controlando las temperaturas y el aprovechamiento de las condiciones naturales del entorno (ventilación tradicional)».
Así se recoge en una circular emitida por la Gerencia y la Dirección General del Espacio Universitario de la US el pasado 14 de diciembre. En dicho escrito, se argumenta la necesidad de «dar un impulso» en esta materia «no solo para amortiguar el impacto económico prespuestario que se nos avecina –se llegará a duplicar la facturación en 2023– sino también para hacer de la necesidad una virtud reafirmándonos en el compromiso decidido de esta comunidad con la sostenibilidad ambiental y con el cuidado de las instalaciones».
Además de las inversiones en mejoras de las «instalaciones y envolventes que tengan un impacto positivo en la reducción del consumo» y en el «nuevo impulso a las medidas de control de instalaciones, especialmente orientadas a las de iluminación, reduciendo en lo posible las horas y la intensidad de la iluminación en los espacios universitarios», la US insta a la comunidad a una «contribución individual para la optimización del tiempo de uso de los equipos consumidores de electricidad», lo que la institución académica estima que «podría sumar un ahorro adicional de un 10%».
La US recuerda en la circular que «la búsqueda de la eficiencia energética ha sido constante en la última década». Fruto de ello, desde 2009 hasta 2021, el consumo de energía eléctrica en la US ha pasado de más de 40 millones de kWh a 29,4 millones de kWh, «pese a que la superficie puesta en uso ha crecido en más de un 7%». «Y lo ha hecho –abunda– singularmente con nuevos centros de los llamados grandes consumidores por el uso mayoritario de laboratorios y la concentración de equipos que demandan mucha energía».
Para lograr este estado de partida, la US apunta a la adopción de medidas como la instalación de analizadores de cuadros eléctricos; el incremento de la tecnología incorporada a los sistemas de calefacción y climatización; la instalación de interruptores temporizados, así como a la sustitución progresiva de las luminarias tradicionales por luces led. Con estos dispositivos, la Universidad ha permitido tener «una mayor información» a los servicios técnicos, hacer un «mejor análisis» de las horas de funcionamiento de los equipos y realizar una «mayor adecuación de la potencia contratada» en los puntos de suministro a los usos de los espacios.