Fundación Madrina ha lanzado una campaña de concienciación para la ayuda de familias vulnerables en riesgo de frio y de alimentación infantil.
Fundación Madrina ha alertado de un aumento de las «colas del hambre» en Navidad con cifras que igualan a la pandemia, en un contexto de pobreza con situaciones de pobreza alimentaria, energética e inmobiliaria, entre otras.
En el caso de la pobreza alimentaria, la Fundación constata que, debido a ella, se han recrudecido las patologías de los lactantes y la desnutrición de las madres gestantes. Además, añade que los bancos de alimentos están bajo mínimos ya que se han reducido las donaciones privadas e institucionales. Por ello, afirma, actualmente las familias vulnerables de las ciudades vuelven a pasar hambre como en pandemia.
Además, ha aumentado la ‘pobreza energética’ y muchas familias se encuentran con deudas por impago de facturas por lo que solicitan estufas de gas, mantas y velas para evitar poner la luz y poder estudiar con los hijos por la noche, con un aumento del precio del gas butano regulado en un 73%.
Por otro lado, considera que el aumento de los precios de las viviendas, el incremento de exigencias de garantías de pago y la prohibición de «aceptar mascotas, ni niños, ni embarazadas» ha generado más pobreza y vulnerabilidad en familias con menores a cargo, lo que ha creado un aumento de la «pobreza inmobiliaria» con más familias en «situación de calle».
Según ha señalado la Fundación, los precios de las habitaciones y de los pisos se han duplicado y aparece de nuevo, como en pandemia, el «mercado negro de los empadronamientos», por los que se pide entre 50 y 300 euros por cada uno de ellos.
Por último, también hace alusión al aumento de la vulnerabilidad sanitaria y constata una mayor vulnerabilidad de familias latinoamericanas procedentes de Perú, Colombia y México, así como de familias ucranianas, que han pasado del status de refugiados al de mendigos.
En este contexto, Fundación Madrina ha lanzado una campaña de concienciación para la ayuda de familias vulnerables en riesgo de frio y de alimentación infantil, debido a que las mismas no pueden cubrir las necesidades básicas de alimentación e higiene infantil, así como del pago de la energía.