Desde que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, decidió adelantar las elecciones autonómicas al 19 de junio, la atención hacia las encuestas ha sido mayor. Tras casi cuatro años de gobierno y tras una larga etapa socialista, la expectación es máxima. Sin embargo, siguiendo el promedio de encuestas publicadas desde 2020, parece improbable que Moreno no sea reelegido presidente.
La medida de los resultados sobre intención de voto recogida por EPDATA sitúa al PP con el 23,68% de los sufragios a fecha del 9 de enero de 2020. Ya en el 29 de abril del presente año el porcentaje sube al 35,52%. Como se puede ver en el gráfico, la evolución de la línea correspondiente a los populares es ascendente en la mayoría de su tramo, incluso estable a lo largo de los meses, pero a penas se registran descensos.
Paralelamente a la línea azul, se sitúa la roja, la del PSOE-A, que tras la caída después de las elecciones autonómicas del 2018 ha logrado mantenerse. Sin embargo, lo que necesita el PSOE de Juan Espadas es un empuje de votos que le permita llegar de nuevo a San Telmo. El 9 de enero de 2020 la estimación de voto era del 30,02% -llegó a rondar el 35% meses antes- y ha llegado hasta el 27,31% en la media del 29 de abril de 2022.
Así, aunque todos los partidos han iniciado su carrera hacia la codiciada mayoría absoluta y viendo que es un reto complicado, cada uno ha emprendido su particular estrategia de campaña. La de Moreno es conseguir los escaños suficientes para asegurarse un gobierno en solitario «a la madrileña», es decir, con la abstención de Vox. Y la de Espadas es convencer a su electorado y a los ciudadanos dudosos de que es la alternativa para que la derecha no gobierne en Andalucía al menos durante cuatro años más.
