La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha explicado este martes que España respaldará la propuesta de 2035 como fecha para poner fin a los coches de combustión en la Unión Europea, después de que varios países, entre ellos Portugal, Italia o Alemania, hayan pedido retrasarlo.
«España apoya el 2035. Un grupo de Estados miembros aboga por adelantarlo a 2030 y Alemania e Italia no piden una extensión, sino que están sugiriendo propuestas para flexibilizar algunos aspectos», ha señalado Ribera ante la prensa a su entrada al Consejo de ministros de Medio Ambiente de la UE, en el que debatirán el paquete con el que el bloque actualizará su legislación en materia climática, llamado ‘Objetivo 55’.
La ministra para la Transición Ecológica ha resaltado que «no hay una oposición a 2035» y ha apuntado la importancia de «mandar mensajes claros» ya que se está planteando una transformación para «una de las industrias más importantes de Europa» y con «mayor impacto para los consumidores».
Así, Ribera ha tildado de «determinante» apostar «por política industrial en este campo» y respaldar estas fechas para que la industria europea «pueda transformarse» y «acomodar el modelo productivo».
En este sentido, la ministra ha abogado por «organizar la producción» y ha apuntado que las marcas de la industria del automóvil «ya están en esta transformación», por lo que ha insistido en tener claras las fechas finales.
En un paso más, Ribera ha puesto sobre la mesa que, en paralelo, hay un debate sobre cómo pueden producirse combustibles que sean neutros en emisiones de CO2 o sintéticos, una cuestión «secundaria» que genera «discrepancias entre algunos Estados miembros».
La semana pasada, en una reunión a nivel de embajadores, Italia, Portugal, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia presentaron una propuesta para aplazar cinco años el fin de los turismos y furgonetas con motor de combustión, hasta 2040.
Estos cinco Estados miembros plantean un objetivo de reducción de emisiones del 90% en 2035 y del 100% en 2040. En el caso de los vehículos comerciales ligeros han propuesto que los objetivos de reducción de emisiones se fijen en el 45% para 2030, el 80% para 2035 y el 100% en 2040.
También Alemania ha manifestado su rechazo a esta fecha límite en 2035 pues, la semana pasada el ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, tildó la propuesta de «decisión equivocada», adelantó que Alemania no iba a respaldar la propuesta de prohibir los vehículos con motores de combustión y lamentó que no se plantee el uso de tecnología para reducir emisiones.
La propuesta europea fue aprobada el pasado 8 de junio en el Parlamento Europeo, en línea con lo planteado por el Ejecutivo comunitario en julio del año pasado, que fijó que «todos los vehículos nuevos matriculados a partir de 2035 serán de cero emisiones».
Tras determinar la posición de los Veintisiete en el encuentro de ministros de este martes, empezarán las negociaciones entre el Parlamento y el Consejo antes de que se acuerde una norma definitiva