Amaneció nublado y chispeando. Los cofrades mirando al cielo por si se volvía a repetir la meteorología del sábado anterior que dejó a la hermandad de Nueva Esperanza en casa, pero en torno a las 14:00 de la tarde, el cielo se abrió y Málaga capital fue el escenario de la procesión extraordinaria de la hermandad de los Dolores del Puerto de la Torre con sus tres imágenes en un calvario realizado para la ocasión.
Celebrar el 75 aniversario de su fundación es un hecho excepcional como excepcional es una cofradía con sabor a Viernes de Dolores que llena su distrito cada vez que sale a la calle.
Las imágenes titulares iba en el trono del Cristo de Hermandad y Caridad que está siendo restaurado por Raúl Trillo y Salvador Lamas, un trono con historia ya que fue el antiguo trono de la Virgen de la Trinidad de la hermandad del Cautivo del autor Pedro Pérez Hidalgo. Para la ocasión el trono distribuyó de forma diferente los puntos de luz con cuatro arbotantes cedidos por la Hermandad del Carmen de la Colonia de Santa Inés.
En el cortejo destacó, además de los devotos y hermanos, la Unidad de Trasplantes del Hospital Provincial de Málaga, la Cofradía del Amor y Caridad, Congregación de Mena, Grupo Parroquial de Nuestra Señora del Carmen de la Junta de los Caminos, Hermandad de María Santísima de las Cañas y San Cayetano, y Hermandad de Nuestra Señora del Carmen de la Colonia Santa Inés.
La hermandad salió de la casa hermandad del Amor y la Caridad con la banda de música de Ntra. Señora de la Soledad de Mena hasta la S.I.C.B. donde después de la Misa Solemne salió de regreso a su encierro en la Congregación de Mena con la agrupación musical Jesús Cautivo de Estepona.
Momentos álgidos se vivieron en la casa hermandad del Rocío, Sentencia, Estudiantes, Sepulcro, Cena, Esperanza, entre otros, pero quizá el más entrañable fue la entrega de la primera medalla de oro de la hermandad, tras la Misa Solemne en la Catedral al sacerdote Alejandro Escobar Morcillo quien desde 1990 hasta 2016 estuvo en la parroquia del Puerto de la Torre siendo su director espiritual y en gran parte ‘culpable’ de la evolución y crecimiento de la hermandad.
Una extraordinaria que además de la procesión ha cumplido con el ejemplo de concienciar sobre los trasplantes de órganos y su donación y gracias al ejemplo del que fuera su hermano mayor, Enrique Luque. Por ello la cofradía ha ido repartiendo durante todo su recorrido más de 12.000 corazones
de cera reciclada realizados por el Grupo Joven de la hermandad, con cera del pasado Viernes de Dolores y una tarjeta explicativa. Una hermandad que tiene mucho que enseñar a la Málaga capital cofrade.