La renta real por habitante cae un 7,85%, lastrada en gran parte por la peor evolución del superávit de explotación bruto y la renta mixta, que suele estar vinculado a los ingresos de los autónomos.
Los hogares españoles registran la mayor caída de los ingresos reales per cápita entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) desde el cuarto trimestre de 2019, el último completo antes del impacto de la pandemia de Covid-19, y el tercer trimestre de 2022, según los datos publicados por el ‘think tank’ de las economías avanzadas.
La renta real por habitante, un indicador que descuenta impuestos y cotización y que contempla las ayudas sociales, ha caído un 7,85% en España desde el cuarto trimestre de 2019, lastrada en gran parte por la peor evolución del superávit de explotación bruto y la renta mixta, que suele estar vinculado a los ingresos de los autónomos.
Entre los 21 países de la OCDE cuyos datos estaban disponibles, además de España solo registraban un nivel de renta disponible inferior al previo a la pandemia otras cinco economías: Portugal (-4,14%), Reino Unido (-3,94%), Finlandia (-1,80%), Chequia (-1,68%) y Dinamarca (-1,30%).
En el conjunto de la OCDE, la renta disponible en comparación con la situación a finales de 2019 mostraba una mejoría del 1,87%, con Polonia (+7,16%) y Eslovenia (+6,53%) como países con mayores avances, por delante de Australia (+4,55%), Hungría (+4,26%) y Canadá (+4,09%).
«El ingreso familiar real per cápita superó los niveles previos a la pandemia de Covid-19 en el tercer trimestre de 2022 en todos los países de la OCDE para los cuales hay datos disponibles, excepto República Checa, Dinamarca, Finlandia, Portugal, España y el Reino Unido», indicó la organización.
En el caso particular de España y Portugal, los dos países más atrasados respecto de la evolución de la renta disponible, la OCDE indicó que el resultado puede explicarse en parte por «la lenta recuperación del superávit de explotación bruto y la renta mixta de los hogares desde los primeros días de la pandemia».
«Este tipo de ingresos suele estar asociado al trabajo por cuenta propia y, en la mayoría de los países, aporta alrededor de una quinta parte de la renta disponible de los hogares», precisó la institución.
De este modo, recordó que Portugal y España registraron grandes caídas de esta referencia en la primera mitad de 2020 y se recuperaron lentamente a partir de entonces, mientras que, en contraste, en la mayoría de los países de la OCDE se observó un crecimiento sólido después de la recesión inicial relacionada con la pandemia.
En cuanto a la evolución de los ingresos reales por cabeza en el tercer trimestre de 2022, mientras que en la OCDE se registró un incremento del 0,2%, el primero desde los tres primeros meses de 2021, en España el dato retrocedió un 2,76%, cumpliendo cuatro trimestres consecutivos en retroceso.
Los ingresos reales disponibles por habitante representan el conjunto de ingresos recibidos, una vez descontados impuestos y contribuciones sociales e incluyendo prestaciones sociales monetarias como el cobro del paro. El dato revela la cantidad máxima que una persona puede destinar a consumir sin reducir su riqueza neta.