Cádiz de mi alma repite en el Falla y presenta su pase de cuartos. Manuel Lorenzo Cornejo se encarga de todo: letra, música y dirección de la agrupación.
Después de unos minutos de montaje, se sube el telón y aparecen estos comparsistas con un barco en la cabeza y la Constitución de 1812 en un bolsillo. En la presentación, dicen que son «el alma del gaditano». Esa que hace que las personas que nacen aquí amen a esta ciudad, su gente y su carnaval por encima de todo: «te sientes tan gadita porque me llevas dentro, te sientes gaditano porque yo te lo ordeno».
La primera letra que esta comparsa nos canta trata sobre la transición y el papel de Juan Carlos I en ella. Critican a la Familia Real y se dirigen directamente a la princesa y futura reina Leonor: «sé valiente y convoca las urnas que el linaje de tu cuna ya me suena a medieval». Así, se pide que se haga un referéndum para elegir el sistema que impere en España: monarquía o república.
Para el segundo pasodoble, el autor ha elegido hablar de las polémicas discusiones entres autores del Carnaval de Cádiz. Tratan a Cádiz como una madre preocupada porque sus hijos se pelean: «pensad en la afición y no la dividáis». Le piden a los autores que no se peleen «que luego llega el arrepentimiento cuando hay que ir al tanatorio».
El primero de la tanda de cuplés le canta a la habilidad de las madres de encontrarlo todo en casa, incluso cuando no estaban antes. El segundo comenta con humor los tipos de otras agrupaciones y el suyo propio. «Anda y dile a tu madre que eres mi alma gemela, que eres mi alma gemela», ese es el final del estribillo de esta comparsa.
En el popurrí, esta comparsa le canta a la infancia de un gaditano: jugar al fútbol en San Antonio o jugar a la Semana Santa en la playa. También se le canta a la juventud gaditana: pescar o beber en la Punta de San Felipe. En el resto de cuartetas, esta comparsa le dedica a Cádiz y a su encanto.
Las almas gaditanas (y no gaditanas también, que cada vez son más) aplauden la actuación de esta comparsa.