La Universidad Pablo de Olavide (UPO) celebra desde este miércoles 8 y hasta el viernes 10 de mayo elecciones a rector. Más de 15.000 personas, entre estudiantes, profesorado y personal de administración, están llamado a elegir mediante voto electrónico. Más de 15.000 miembros de la UPO estrenan voto electrónico desde este miércoles para revalidar al rector. El método que se adopta por primera vez en la UPO para las elecciones rectorales– a quien será rector de la Universidad para los próximos seis años, según lo establecido en la LOSU. El actual rector, Francisco Oliva, es el único candidato que se ha presentado.
Más de 15.000 miembros de la UPO estrenan voto electrónico desde este miércoles para revalidar al rector
Francisco Oliva firmó la convocatoria de elecciones el pasado 6 de marzo ante la «conveniencia» de «afrontar con plenas garantías los retos estratégicos de la nueva Ley de universidades y de la financiación universitaria, cuestiones que deberán abordarse por el equipo rectoral durante los últimos meses del año».
El voto se ponderará por los sectores que componen la comunidad universitaria, siguiendo los siguientes porcentajes: el profesorado doctor con vinculación permanente a la Universidad, 56%; el personal docente e investigador no incluido en el sector anterior, 8%; estudiantes de grado y postgrado, 24%; y el personal técnico de administración y servicios (PTGAS), 12%.
La votación electrónica, método que se adopta por primera vez en la UPO para las elecciones rectorales, facilitará la participación, ya que será posible votar en un periodo continuado de 49 horas, desde cualquier ubicación y con cualquier dispositivo, utilizando las credenciales de acceso a los servicios digitales del campus.
Francisco Oliva ha cifrado en un 90% el cumplimiento del programa electoral con el que concurrió a las elecciones en 2020, y ha destacado especialmente lo realizado en materia de personal donde se han convocado 256 plazas de promoción para el Personal Docente e Investigador (PDI), se ha dejado a cero la lista de espera de profesorado acreditado, que en 2020 sumaba 139 personas, y se ha logrado que el 51% de la plantilla esté formada por funcionarios (la ratio era del 34% hace cuatro años).
En una rueda de prensa para hacer balance del mandato, Oliva se refería a la aprobación de nuevas titulaciones (siete nuevos grados y diez nuevos másteres), que se irán implantando de manera progresiva en los próximos cursos. Reconocía sentirse «tremendamente satisfecho» de los resultados obtenidos, al tiempo que aseguraba que las titulaciones nuevas a las que ha dado luz verde la Junta en el caso de las universidades privadas (Loyola, Fernando III y Utamed) son «redundantes» con las que ya existen en el sistema público universitario andaluz.
En cuanto a los primeros grados que se ofertarán en el campus de la Olavide, aludía a Análisis de Datos, Ciencias y Herramientas para la Computación Científica y Odontología –esta última se impartiría en el centro adscrito a la UPO– para el curso 2025/2026. Con esta oferta nueva, centrada en las carreras llamadas STEM (ciencia y tecnología) el rector y pre candidato a la reelección ha asegurado que la Olavide está «preparada para competir con cualquier universidad» ya sea pública o privada.
Para el despliegue de la nueva oferta, la UPO, al igual que el resto de universidades, ha tenido que garantizar el 85% del profesorado. El 15% restante tendrá que «ir hablándose» con la Junta, asunto de hecho que ha sido abordado en el Consejo Andaluz de Universidades (CAU). En materia de infraestructuras, los espacios están garantizados, no teniéndose que afrontar nuevas construcciones, según lo apuntado por Francisco Oliva.
El actual equipo de gobierno de la Olavide ha puesto de relieve la creación de una oficina de atención integral a los estudiantes, el portal del estudiante y el proyecto de alianza europea de universidades coordinada por la de Bayreuth (Alemania), con el que la UPO confía en dar un salto cualitativo en cuanto a internacionalización del campus.
Sobre infraestructuras, Francisco Oliva remarcaba la producción de energía solar fotovoltaica en el propio campus gracias a la construcción de una planta con la colaboración de Endesa, el inicio de las obras «a final de este año» del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses que promueve el Ministerio de Justicia, la rehabilitación de la antigua central térmica, con una inversión prevista de algo más de 3,7 millones de euros, y la concesión de una sede permanente en Sevilla, concretamente en el antiguo Pabellón de Marruecos de la Exposición del 29.
«Me siento muy orgullo pero queda por hacer, por eso me vuelvo a presentar», apuntaba Oliva, subrayaba la apuesta que ha hecho la universidad en estos últimos cuatro años en asuntos como las microcredenciales (formación permanente), donde hemos sido «líderes porque lo vimos desde un principio», y en la «fuerza institucional» reforzada en este periodo, al asumir Oliva la presidencia de la Asociación de las Universidades Públicas de Andalucía y formar parte del Comité Permanente de la Conferencia de Rectores de España (CRUE).
En cuanto al programa con el que opta a la reelección, bajo el lema ‘UPO 2030: la universidad que queremos’, destacan 40 acciones con 76 objetivos y 243 medidas. Entre ellas sobresalen el refuerzo de la plantilla, tanto de PDI como de Personal Técnico, de Gestión y Administración (PTGAS), la mejora de las infraestructuras docentes, la desburocratización mediante la automatización de procedimientos administrativos y la modernización, precisamente, de un campus «que debe ser 100% sostenible y donde se tiene que cuidar la salud mental de la comunidad».