El Real Madrid afronta LaLiga EA Sports 2024-2025 como vigente campeón y claro máximo favorito a revalidar el título, manteniendo la columna vertebral de la temporada pasada a excepción de Toni Kroos, y mejorando la plantilla con la llegada de uno de los jugadores más determinantes del mundo, Kylian Mbappé, con el que espera por fin lograr reeditar trono por dos temporadas consecutivas. Mbappé llega para dar otra dimensión al Real Madrid campeón y ayudarle a romper su ‘maldición’.
El Real Madrid de Carlo Ancelotti parte como gran favorito a revalidad su título liguero logrado la pasada campaña, algo que no logra el equipo blanco desde la temporada 2008. Desde que Bernd Schuster consiguiese dar continuidad a la agónica victoria liguera con Fabio Capello en 2006-2007, las siguientes defensas han sido bastante negativa y no pudo hacerlo tras ganar las Ligas de 2012, 2017, 2020 y 2022.
Mbappé llega para dar otra dimensión al Real Madrid campeón y ayudarle a romper su ‘maldición’
Para ello, ha llegado al club blanco uno de los jugadores más determinante del mundo, el deseado Kylian Mbappé, que debería dar un salto de calidad enorme a un ataque que ya estaba entre los mejores del mundo. Tras más siete años, el francés al fin vestirá de blanco.
El suyo es el fichaje del verano en el panorama futbolístico y ahora espera acercarse al nivel ofrecido en el PSG donde consiguió pulverizar todos los registros con el París Saint-Germain en las últimas siete temporadas, con 256 goles, 44 de ellos la pasada, y 108 asistencias. Un rendimiento que intentará igualar en una liga más competitiva como es la española.
Igual que el pasado curso Jude Bellingham, el fichaje de Mbappé puede condicionar el dibujo de Carlo Ancelotti. La vuelta a 4-3-3 es una de las alternativas que maneja el técnico italiano, con el francés formando tridente con Vinícius y Rodrygo, desplazando al inglés al centro del campo, donde ocuparía el lugar que deja vacante Kroos. Un esquema que potenciaría la velocidad de los tres de arriba que, además, pueden ocupar cualquiera de las posiciones de ataque a las que también opositan un Brahim Díaz al alza y otro recién llegado como el joven brasileño Endrick.
Rodrygo, posible sacrificado
Aunque otra de las opciones por la que podría optar Ancelotti es por no modificar tácticamente nada en el equipo y continuar con el esquema que le llevó al doblete Liga y Champions. En ese caso, el sacrificado sería seguramente Rodrygo, que perdería su lugar en el once. La ventaja de esta opción sería que Jude Bellingham, jugador franquicia del Real Madrid en la 23-24, ocuparía la media punta, donde ha resultado ser más determinante.
Pero más allá de la llegada de Mbappé, la temporada del Real Madrid está llamada a ser en la que jugadores jóvenes den un paso adelante. Entre ellos, Arda Güler, que tras una Eurocopa en la que se ha destapado, pasará a tener muchos más minutos en los planes de Ancelotti. Además, su polivalencia –puedo jugar en banda y por el centro– puede darle más oportunidades.
No todo son buenas noticias para el Real Madrid, el campeón afronta la defensa del título sin uno de los jugadores más importantes en la historia reciente del club: Toni Kroos. El alemán, sobresaliente el pasado curso, se retiró del fútbol tras la Eurocopa, dejando un hueco difícil de sustituir en el centro del campo blanco.
Sustitutos
Fede Valverde, Aurelien Tchouaméni y Eduardo Camavinga deberán suplirlo, aunque ninguno de ellos es el mismo perfil de jugador, por lo que el Real Madrid 24-25 se perfil como un equipo más físico y con menos control donde tampoco está ya Nacho Fernández en una defensa que arrancará algo corta de efectivos, pero con Eder Militao y el guardameta Thibaut Courtois, que se perdieron casi toda la anterior campaña por lesiones de rodilla.
Todo para afrontar uno de los retos que tiene el Real Madrid esta temporada es lograr algo inédito hasta el momento en el universo fútbol: ganar siete títulos en una misma temporada. La llegada del nuevo Mundial de Clubes, que se disputará en el mes de junio, hace que el club blanco sea el primero en la historia del fútbol europeo que puede conseguir un mismo año la Intercontinental y el Mundial de Clubes. Un hecho que, sumado al nuevo formato de la Champions, significa también un calendario muy exigente cargado de partidos.
La profundidad de la plantilla y el reparto de esfuerzos será clave para que los de Carlo Ancelotti tengan éxito en la empresa se ganar siete títulos una misma campaña. Así, será necesario que el técnico italiano encuentre en jugadores menos habituales minutos de calidad, más aun teniendo en cuenta que nombres propios de la segunda unidad del curso pasado como Nacho y Joselu han abandonado la disciplina blanca este mercado de fichajes.
Y es que, si el Real Madrid consiguiera el hito de alcanzar los siete títulos, disputaría en una misma temporada 69 partidos como mínimo, con opción de jugar otros dos si no consiguiera el pase a los octavos de final de la Champions y tuviera que pasar por el ‘play-in’. Una cuantía que partidos y minutos que exigirá un estado físico excelso, así como evitar lesiones de larga duración que pueda hacer exprimir de más a algunos jugadores.
