Marruecos consolida su intención de retomar su relación internacional con España, tras superar la crisis diplomática iniciada el año pasado cuando el dirigente del Frente Polisario, Brahim Ghali fue acogido en el país. El rey de Marruecos, Mohamed VI, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han mantenido una conversación telefónica en la que el monarca invitó al líder del Ejecutivo a visitar el país «en los muy próximos días».
De acuerdo con un comunicado del Gabinete Real, el monarca reiteró al presidente del gobierno español su «alta apreciación por el contenido del mensaje que le dirigió el pasado 14 de marzo», en el que Sánchez le expresó su apoyo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental.
En aquella carta, Sánchez consideró la iniciativa marroquí, presentada ante Naciones Unidas, como «la base más seria, creíble y realista para la resolución» del conflicto. La nota del Gabinete Real añadió que la carta de Sánchez «es conforme al espíritu» del discurso que dirigió Mohamed VI el pasado 20 de agosto, que responde al llamamiento del monarca marroquí a «inaugurar una etapa inédita en las relaciones entre los dos países».
«La asociación entre los dos países se inscribe a partir de ahora en una nueva etapa, basada en el respeto mutuo, la confianza recíproca, la concertación permanente y la cooperación franca y leal», se lee en el comunicado de la Casa Real alauí. Asimismo, la nota añade que los diferentes ministros y responsables de ambos países «están llamados a poner en marcha acciones concretas en el marco de una hoja de ruta ambiciosa y que cubre todos los ámbitos de cooperación, incluyendo todas las cuestiones de interés común». La nota de Mohamed VI, sin embargo, sigue sin aludir a compromisos concretos por parte de Rabat, dejando fuera por tanto las garantías sobre «la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad» que Moncloa dio por sentado el 18 de marzo, cuando Marruecos hizo pública la carta de Sánchez.