Olivia Pratt-Korbel, niña de nueve años, murió asesinada a tiros en su propia casa este lunes en un posible ajuste de cuentas entre dos hombres que desconocía.
La muerte de Olivia supone el tercer caso de asesinatos en Merseyside esta semana. La ciudad noroeste tiene un largo historial de violencia armada, pues este crimen coincide con el 15 aniversario del asesinato de Rhys Jones. Sean Mercer, entonces de 16 años, disparó al menor de 11 años en un parque del barrio de Croxteth mientras caminaba a su casa después de un entrenamiento de fútbol.
Sin embargo, ahora se está experimentando una nueva oleada de crímenes con bandas armadas en los que resultan heridas personas inocentes.
El pasado 16 de agosto, Sam Rimmer, de 22 años, fue asesinado a tiros en el centro de la ciudad mientras paseaba con sus amigos. La policía ha confirmado este miércoles que ha detenido a dos personas en relación con la muerte del joven.
Cinco días más tarde, Ashley Dale, de 28 años, murió después de que le dispararan en el jardín de su domicilio «por error», según recoge el Echo.
Además, el mismo día que murió Olivia, una mujer de unos 50 años fue apuñalada en el aparcamiento de un pub en el barrio de Kirkby. La policía ha confirmado que dos hombres fueron detenidos ayer.
Con el fin de reducir el número de estos crímenes, la ministra del Interior, Priti Patel, ha calificado la muerte de Olivia de «trágica» en un tuit y se ha comprometido a ofrecer recursos adicionales a las fuerzas policiales.
Fuente: ELM