La localidad rinconera de Benagalbón vive, cada mes de septiembre desde hace 29 años, una de las citas folklóricas más importantes de la provincia, su Concurso Tradicional de Verdiales. Este 2024, la fecha elegida será el sábado 21 de septiembre, donde las calles de Benagalbón perderán su tranquilidad habitual para albergar una nueva cita con las tradiciones y el folklore malagueño.
En al noche de este 12 de septiembre otro escenario, en este caso los jardines de la Casa Fuerte Bezmiliana, acogió la presentación oficial del cartel anunciador y el pregón de esta XXIX edición del Concurso de Verdiales de Benagalbón, una edición muy picassiana.
Y decimos que esta edición es muy picassiana porque el autor del cartel es Xavier Vilató, sobrino nieto de Pablo Ruiz Picasso y como no podía ser de otra forma, el pregón corrió a cargo de Jose María Luna, director de la Casa Natal del artista malagueño.
Noticias y Deportes Málaga 13 septiembre 2024, toda la información de Málaga en 101tv
Una obra fruto de la casualidad
Durante el acto celebrado en la noche de este jueves, tomaron la palabra las distintas autoridades presentes, abriendo el acto la concejala de cultura de Rincón de la Victoria, Maria de la Paz Couto. Le siguieron el diputado de cultura de la Diputación Provincial, Manuel López Mestanza y la delegada territorial de cultura de la Junta de Andalucía en Málaga, Gemma del Corral.
El presentador del acto, un miembro de la Asociación Cultural “El Revezo”, explicó como había llegado un sobrino nieto del gran Picasso a pintar una obra para esta fiesta y es que todo surge gracias a la casualidad: Xavier Vilató presentaba una exposición y en su inauguración quería que tocase una panda de verdiales como acto inaugural y gracias al contacto con esta asociación para conseguir que esto fuese posible, esa misma noche, se fraguó la obra pictórica.
Llegó el turno del pregón, un pregón nada convencional, ya que el propio Jose María Luna confirmaba que “tengo más relación con el vino de los montes que con los verdiales”. Aún con esta confesión, el pregonero hizo las delicias de los allí presentes en un pregón cargado de bromas, risas y por supuesto amor y cariño a nuestro baile más típico.