En una mala tarde, climatológicamente hablando, y con un Málaga que no estaba dejando las mejores sensaciones contra el Linares, hubo un rayo de luz llamado Ramón Enríquez. El de Órgiva volvió a vestirse de corto.
El jugador se lesionó el 24 de abril de 2023 en el partido contra el Lugo. Después de 343 días, el número ‘6’ volvió a sumar minutos y a sentirse futbolista. En esos momentos era de los jugadores más destacados de un Málaga que luchaba por aferrarse a la categoría de plata.
Ramón sonríe y los malaguistas lo disfrutan
El canterano malagueño fue uno de los hombres a los que recurrió Pellicer en el descanso para darle una vuelta de tuerca al partido, en el que el conjunto linarense estaba siendo superior al cuadro malaguista.
En medio de un partido ineficaz de su equipo, el granadino fue el encargado de darle sentido al juego de los suyos. El mediocentro cambió la cara de los púpilos de Pellicer liderando los ataques y filtrando buenos pases para sus compañeros.
Ramón se mostraba muy emocionado y pudo celebrarlo junto a su familia, presente en el campo. Al jugador se le vio muy feliz después del partido y afirmó que soñaba con que llegara el día en que pudiera volver a vestir la camiseta del club de sus sueños.
Una pieza que puede ser de vital importancia en los esquemas de Pellicer para este último tramo de temporada y en el que se depositan grandes esperanzas de cara al futuro si las lesiones le respetan.
En una mala tarde, climatológicamente hablando, y con un Málaga que no estaba dejando las mejores sensaciones contra el Linares, hubo un rayo de luz llamado Ramón Enríquez. El de Órgiva volvió a vestirse de corto.El jugador se lesionó el 24 de abril de 2023 en el partido contra el lugo. Después de 343 días, el número ‘6’ volvió a sumar minutos y a sentirse futbolista. En esos momentos era de los jugadores más destacados de un Málaga que luchaba por aferrarse a la categoría de plata.