El municipio malagueño de Rincón de la Victoria celebrará su tradicional torneo de golf en Añoreta Resort el próximo sábado 25 de noviembre. Rincón de la Victoria celebra su torneo de golf en Añoreta
El evento, organizado por Añoreta Resort y el área de Deportes del Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, reunirá a casi un centenar de golfistas de gran nivel de toda la provincia en la modalidad de Pareja Mejor Bola Stableford. Rincón de la Victoria celebra su torneo de golf en Añoreta
El concejal de Deportes y Turismo, Antonio José Martín, ha destacado «la importancia de este tipo de eventos que reúnen a un elevado número de deportistas y aficionados al golf que descubren por primera vez las maravillas de Rincón de la Victoria».
Por su parte, el alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado, ha valorado «el excelente trabajo de Añoreta Resort a la hora no sólo de organizar torneos de golf de referencia, sino que ha destacado el valor que unas instalaciones tan espectaculares aportan al municipio como destino».
Bajo la modalidad citada anteriormente, las parejas puntuarán en cada hoyo con el mejor resultado de los dos jugadores que forman ese equipo. Las cinco mejores parejas clasificadas serán premiadas al final del torneo.
El director general de Añoreta Resort & Golf, Ángel Acha, ha confirmado que «el torneo arrancará a las 09.00 horas y que los primeros 60 abonados inscritos serán invitados», mientras que los jugadores externos tendrán que abonar 45 euros.
Asimismo, los participantes tendrán una carpa de avituallamiento en el hoyo 3/10. También habrá un cóctel paseado a la finalización del evento y sorteo de distintos regalos por parte de Añoreta Resort & Golf.
Añoreta fue el primer campo de golf construido en la Axarquía, y aúna un recorrido para todos los niveles, con nuevos greenes de bermudas y unas vistas únicas, pues está ubicado en Rincón de la Victoria, a tan sólo 15 kilómetros del centro de Málaga. Cuenta con un recorrido de 18 hoyos, par 72 de 6.016 metros, a los pies del Mar Mediterráneo diseñado por José María Cañizares en 1990.