El presidente del Gobierno, ha afirmado este jueves que no tiene en su agenda una reunión con el expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, después de que el secretario general de Junts, Jordi Turull, afirmase que se producirá un encuentro entre ambos. Sánchez discrepa de Junts al afirmar que no tiene en agenda reunirse con Puigdemont
Sánchez no ha querido confirmarlo, aunque tampoco lo ha negado y ha señalado que su agenda es «pública y transparente» y en ella tiene marcada una reunión con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès (ERC) que se llevará a cabo el 21 de diciembre. Sánchez discrepa de Junts al afirmar que no tiene en agenda reunirse con Puigdemont
El presidente del Gobierno ha hecho estas declaraciones a la entrada de la cumbre del Consejo Europeo que comienza este jueves en Bruselas, la última que se llevará a cabo durante la presidencia española del Consejo de la UE, que finaliza este mes.
Las palabra de Sánchez se producen apenas dos horas después de que Turull avanzase que se producirá un encuentro entre Sánchez y Puigdemont, aunque por el momento no hay una fecha cerrada para llevarlo a cabo.
Turull, avanzó que este encuentro se llevará a cabo sin la figura del mediador y servirá para ahondar en la negociación y «profundizar en la resolución del conflicto político». También ha confirmado que esta reunión se producirá en el extranjero, dado que Puigdemont reside en Bélgica y tiene cuentas pendientes con la justicia española desde hace seis años.
Sánchez y Puigdemont coincidieron este miércoles en el pleno del Parlamento Europeo de Estrasburgo, adonde el jefe del Ejecutivo acudió para hacer balance de la presidencia española del Consejo de la UE. El expresidente catalán intervino en la sesión, en su condición de eurodiputado y avisó a Sánchez de que debe cumplir los acuerdos a los que han llegado PSOE y Junts para no generar desconfianza entre ambas formaciones.
Era la primera vez que Sánchez y Puigdemont se veían en el mismo lugar después de que sus formaciones llegasen a un acuerdo que contempla una Ley de Amnistía a los implicados en el procés –entre ellos el propio expresidente catalán– a cambio de los votos de Junts a la investidura de Sánchez, que resultaban imprescindibles para que el PSOE obtuviera mayoría.
Aunque Sánchez comparecía para repasar los resultados de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, el debate estuvo marcado por la Ley de Amnistía y desde la oposición lanzaron duras críticas y advirtieron del menoscabo al Estado de Derecho que a su juicio supone.
Sánchez y Puigdemont no se reunieron ni coincidieron más allá del debate en el Hemiciclo, en el que mantuvieron un tono cordial en sus apelaciones mutuas. Puigdemont recriminó no poder hablar en catalán en la Eurocámara y Sánchez se comprometió a seguir impulsando el uso de esta lengua. También animó al líder de Junts a seguir trabajando en la vía del diálogo, la negociación y la Constitución.