Save The Children denuncia la situación en Gaza. La muerte de siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen (WCK), del chef José Andrés, por un bombardeo del Ejército israelí contra un vehículo de la organización en el centro de la franja de Gaza, ha puesto el foco en las ONG que trabajan en esta zona y cuyo trabajo es cada vez más difícil al haberse convertido también en objetivos de guerra.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el director de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria de Save The Children en España, Vicente Raimundo, ha explicado que las condiciones de las ONG en Gaza viven «una situación imposible». «Las condiciones de seguridad y acceso, la falta de recursos y la falta de aceptación por las partes nos llevaría a remontarnos hasta la Segunda Guerra Mundial para poder encontrar una situación igual de horrible que la que está viviendo ahora mismo», ha avisado.
Raimundo ha recordado las particularidades de la franja de Gaza, «un territorio muy pequeño, densamente poblado, confinado y sin acceso por tierra, mar y aire que no sea otro que el permitido por el ejército de Israel». Estas son algunas de las características que diferencian a esta guerra de otras porque «hay gente dentro que no puede salir y la gente que tiene el deseo, capacidad y recursos de poder ayudar no puede entrar o entra con cuentagotas», ha explicado Raimundo.
El portavoz de Save The Children, ONG que lleva años trabajando sobre el terreno, ha denunciado lo que desde hace meses era ya un hecho indiscutible: que las operaciones militares de Israel no discriminan entre población civil y no civil. «Tendríamos que remontarnos 50 o 70 años para encontrar un conflicto así», ha afirmado, al tiempo que ha añadido: «La prensa israelí recoge que entre el 60% y el 70% de las víctimas son mujeres y niños, una tasa de mortalidad que nos remite a las guerras del siglo XIX».
Save The Children denuncia la situación en Gaza
El ataque a WCK además de lo que ha supuesto para las personas que han perdido la vida y sus familias, es un duro golpe para quienes se beneficiaban de su labor humanitaria, tal y como recuerda Raimundo. «Hoy hemos perdido a siete personas que estaban tratando de llevar alimentos al norte, la zona más peligrosa, más aislada y con más necesidad de toda la franja y donde se calcula que ahora mismo hay más de 300.000 personas que están muriéndose de hambre», ha indicado.
Save The Children recuerda que más de 200 personas que se dedican a trabajos humanitarios y más de 100 periodistas han muerto en Gaza desde el pasado 7 de octubre, pero este ataque a ONG, a personal sanitario y a prensa no es único de esta zona del planeta. «Estamos viendo que no solamente aquí en Gaza sino últimamente en algunas guerras más tampoco se nos está respetando. Estamos en el siglo XXI en situaciones peores que en las guerras del siglo XX», sostiene.
«Hay una retórica de criminalización de la ayuda humanitaria que es una ayuda neutral y profesional basada en un principio de humanidad, es decir, la víctima de un conflicto o un desastre tiene el derecho a recibir asistencia humanitaria profesional. Eso no es negociable, pero se está cuestionando que si ayudas a A o ayudas a B, tienes que haber tomado parte de la agenda política de A o de B y esto no es así», ha lamentado el portavoz de Save The Children.
«Yo no voy con armas. Mi defensa es mi logotipo, yo estoy ahí porque soy aceptado por las partes porque no soy parte de ese conflicto. No quiero ni que ganes tú ni que gane el otro, lo que quiero es que las víctimas civiles puedan recibir asistencia humanitaria a la que tienen derecho por parte de actores humanitarios imparciales y neutrales», ha insistido Raimundo.
La muerte de los trabajadores de World Central Kitchen ha obligado a Save The Children a llevar a cabo una revisión de su situación en Gaza, motivo por el que hoy mismo están manteniendo reuniones para revisar sus medidas de seguridad. «Las organizaciones tenemos una obligación de cuidado de nuestro personal, porque a la gente le podemos pedir compromiso, le podemos pedir profesionalidad pero no le puedes pedir el martirio», ha zanjado.