La Clínica Universidad de Navarra ha puesto en marcha en sus sedes de Madrid y de Pamplona un estudio clínico que, gracias al uso del Zirconio 89, valora en tiempo real el efecto de un fármaco inmunoterápico sobre el tumor, lo que permitiría predecir la eficacia del tratamiento de los pacientes.
Según ha explicado la Clínica Universidad de Navarra, el uso del Zirconio 89 permite visualizar el fármaco inmunoterápico en el cuerpo, de tal forma que se puede conocer cómo se distribuye el medicamento, tanto en el tumor y en la metástasis, como en el resto del tejido sano -resto de órganos-. «Con el Zirconio 89 podemos ver cómo se comporta el fármaco inmunoterápico en el tumor del paciente, lo que nos permite conocer en tiempo real cuál es la distribución del fármaco en el organismo», ha indicado el doctor Eduardo Castañón, especialista del Departamento de Oncología Médica y subinvestigador del ensayo clínico.
La puesta en marcha de este ensayo en las sedes de la Clínica en Pamplona y Madrid ha sido posible gracias a la obtención de la acreditación de excelencia europea del uso del Zirconio 89, otorgada por la Asociación Europea de Medicina Nuclear. El doctor Javier Arbizu, director del Servicio de Medicina Nuclear, ha explicado que «esta acreditación tiene como objetivo armonizar y estandarizar, con la máxima calidad, las imágenes PET-TAC (fundamentales para la detección de tumores), lo que, a su vez, permite comparar los estudios de imagen de los ensayos clínicos multicéntricos a nivel global».
«Tras el reconocimiento, hemos comenzado un ensayo clínico para el tratamiento de tumores sólidos con inmunoterapia en diversos centros del mundo», ha destacado el doctor Castañón. Como novedad, en este estudio el fármaco de inmunoterapia se une al Zirconio 89 para conocer el comportamiento del medicamento en tiempo real y, por tanto, poder predecir la eficacia. «Si marcamos con zirconio podemos ver en tiempo real y al cabo de los días donde se está acumulando el fármaco. Esto nos permite conocer la biodistribución del fármaco», ha explicado.
Visualizar y corroborar el comportamiento del fármaco ayuda a valorar la eficacia del mismo para los pacientes: «Existen diferentes posibilidades: la primera es que el fármaco de inmunoterapia no se incorpore, la segunda es que sí lo haga, pero no funcione, y en el último caso, que se incorpore y además funcione. Pero hasta ahora no podíamos saber ni siquiera si se el fármaco había llegado al tumor, por lo que es un gran avance para los pacientes», ha concluido el doctor Castañón.
La acreditación por la Asociación Europea de Medicina Nuclear para el uso del Zirconio 89 -con el que ya cuentan otros 6 centros en el mundo- asegura que los centros tienen un sistema estandarizado para cuantificar las imágenes de los ensayos clínicos, lo que permite agrupar los datos y compartirlos entre sí, con el objetivo de promover nuevas iniciativas científicas y proyectos de investigación clínica.
«Para los pacientes, supone una seña de garantía y buenas prácticas. La acreditación nos permite realizar estudios de imagen PET entre varios hospitales con la máxima calidad aceptada en hospitales europeos, lo que constituye un avance hacia una integración metodológica en investigación», ha indicado el doctor Javier Arbizu.
Según el especialista, «cuando un paciente tiene un cáncer y las terapias convencionales no lo pueden curar, los ensayos clínicos permiten probar nuevas opciones terapéuticas». «Una acreditación como esta, en el ámbito del diagnóstico de la enfermedad, facilita el acceso a los últimos avances que ese están produciendo a nivel global», ha añadido.
Más de 4.000 pacientes han participado en ensayos en la Clínica Universidad de Navarra a través de su Unidad Central de Ensayos Clínicos (UCEC) y desde su puesta en marcha en 2014. En la actualidad, 29 departamentos de la Clínica tienen ensayos puestos en marcha. Cada curso, se gestionan unos 140 ensayos nuevos, y en 2021-22 los pacientes pudieron participar en 480 estudios.
El director de la UCEC, Gabriel Canel, ha subrayado que, durante estos últimos años, la Clínica se ha posicionado como un centro «especialmente competitivo para ensayos complejos y de fases tempranas» en el que se desarrollan estudios «tanto promovidos por la industria farmacéutica como ensayos académicos impulsados por la Clínica con terapias propias».
La UCEC, formada por más de 50 profesionales, cuenta con instalaciones propias en las sedes de la Clínica en Pamplona y Madrid.