Los malaguistas ceden otros tres puntos en La Rosaleda. A los de Pellicer les temblaron las piernas fruto de un miedo escénico provocado por la situación clasificatoria. Ahí sacó provecho el Oviedo, al que solo le bastó un remate de Manu Vallejo para incendiar el templo malaguista. Que clamó con el administrado judicial, pero sobre todo contra los jugadores. La situación es tan inexplicable como insostenible. Nada más queda rezar para que no gane ningún equipo del descenso
El Málaga CF está un paso más cerca de caer al infierno de la Primera Federación después de caer con estrépito ante el Oviedo en La Rosaleda (0-1). El tanto de Manu Vallejo y la roja que vio Esteban Burgos en la protesta, sentencian a un conjunto blanquiazul que, por sensaciones, ya tiene un pie en la tercera categoría del fútbol español
Desde el inicio el Málaga se mostró muy inseguro con el balón en su poder. Y lo peor de todo es que no hacía otra cosa que acumular posesión sin destino ni objetivo. Lago Junior fue el faro de un equipo que temblaba cada vez que el Oviedo de Cervera cruzaba la línea de mediocampo. Y La Rosaleda lo percibía. Por eso intentaba alentar a los suyos tirando más de agallas que de fuerzas.
Pero ahí seguían, tirando del equipo con sus gargantas. Como Pellicer desde la banda, que se desgañitaba ante los errores tácticos de sus pupilos. A los que se les vieron de nuevo las costuras en la acción del 0-1, en la que Ahijado puso un balón en el área para que Manu Vallejo solo tuviera que empujarla con la testa. Un mazazo que fue aún mayor con la inexplicable expulsión de Esteban Burgos. El argentino, mientras el Oviedo lo celebraba, se fue a por De la Fuente Ramos y ahí, en el intercambio de opiniones, el colegiado le enseñó la roja.
Tras esta doble estocada, el Málaga no pudo reaccionar ni con los cambios. Y es que los de Pellicer sólo realizaron un tiro entre los tres plis durante los más de 96 minutos que duró el partido. La entidad de Martiricos se desangra y parece que nadie puede hacer nada por frenar la hemorragia. A falta de 16 jornadas, es decir 48 puntos, la salvación es prácticamente inviable. La Primera Federación ya se prepara para el desembarco del club blanquiazul.