Un preso ha intentado este pasado martes escapar de la cárcel del municipio malagueño de Alhaurín de la Torre a través del tejado de la enfermería.
Tras estos hechos, fue trasladado al módulo 7 «donde continuó con su conducta agresiva y se le aplicó el artículo 75.1 de limitaciones regimentales para mantener la seguridad y buen orden del centro».
«La profesionalidad de los funcionarios hizo que el incidente no llegara a más», ha explicado Rafael Paniza, secretario de Relaciones Institucionales y portavoz de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP).
Así, ha lamentado que se vuelva a vivir «un nuevo incidente regimental esta vez por un interno que desde su llegada al centro penitenciario sólo ha causado problemas con insultos, amenazas, intentos de agresión y desobediencia a las órdenes de los funcionarios». «Nada nuevo en nuestro trabajo intramuros que denunciamos continuamente», ha agregado.
De igual modo, ha incidido en que «la situación lejos de mejorar», ha dicho, «cada día va a peor y el trabajo es insufrible y difícil de realizar con garantías». Por último, ha lamentado que es «un año récord de agresiones desde que se aprobó el protocolo contra las mismas y eso que ese protocolo es un maquillador de las mismas» y ha reclamado, de nuevo, más medios.
